Hay momentos en la vida en los que te planteas cosas. A los 16 te preguntas si sería mejor estudiar ciencias o letras, a los 18 qué carrera es la que más te gusta y si ésta te puede asegurar un buen futuro.
Son preguntas que todos nos hemos hecho, haremos o nos estamos planteando en estos momentos. Obviamente, no son ni una décima parte de todas aquellas preguntas que nos haremos a lo largo de la vida, pero en todas hay un elemento común: buscamos la felicidad.
Pero, ¿qué buscamos al ser felices? ¿Es diferente para cada uno o todos debemos seguir unas pautas para serlo? ¿Hay un medidor de felicidad?
Supongo que la felicidad es estar agusto con lo que uno tiene, como una forma de expresar bienestar con la vida misma y aceptando tanto sus cosas buenas como sus cosas malas.
Nunca me he planteado si soy feliz porque la verdad no tengo muy claro qué cosas necesitaría para ello. Lo que sí sé es que hace dos años no era feliz, quizá tampoco antes, no lo sé. Quizá era demasiado joven para plantearme estas cosas, quizá esté escribiendo tonterías. No sé.
Pero podría decirse que a día de hoy me considero una persona feliz. Me siento muy contenta con mi familia, con mis amigos, con mis estudios, etc. Obviamente no todo son cosas buenas, pero nada es perfecto en esta vida, y, como he dicho antes, creo que una de las claves para ser feliz es que hay que aceptar los pros y los contras de la vida.
Sin embargo, noto que me falta algo...
Quizá hace uno o dos años me hubiera dado igual porque no me sentía preparada para ello, pero ahora creo que es el momento de saber qué se siente cuando te enamoras, cómo es estar esperando una llamada suya, qué se siente al ser besado por él, cómo es pensar en alguien a todas horas, cómo es eso de amar y ser correspondido...
La cuestión es... ¿Lo encontraré? ¿Me merezco ser feliz del todo? Solo el tiempo lo dirá.
